Cuando el tiempo pase
Y haga nido entre nuestros huesos
Y la luna arroje sus destellos plateados
A nuestros cabellos,
Cuando la cigarra calle en nuestras voces
Y la guitarra resuene en nuestras ancianas dolencias
Allí estará nuestro tálamo, cual bálsamo,
Para arroparnos.
Entonces, llegará el tiempo de encontrarnos.
Y te entregaré todos tus besos que guardé
Cual relicario.
Y en mi frente ya ajada penderá la diadema
Que antaño exhibí.
Y flotará, aún en nuestra piel,
Sin perecer en el olvido,
La fragancia de nuestros años niños.
Entonces, llegará el tiempo de encontrarnos.
y reviviremos la flor marchita que entre páginas recluimos
Para no olvidarnos.
Y nos reencarnaremos en nuestros antiguos cuerpos críos
Ruinas de magno palacio.
Y traerás en tus inmensos ojos negros
Las cataratas del centenario.
Caminaremos siendo nuestros propios lazarillos.
En tiempo de albores.
Justo allí cuando nuestro albur nos encuentre
Y nos mire frente a frente.
Será allí cuando...
... cuando...



Sambambaia